miércoles, 4 de abril de 2012

Ante la Pascua que viene

Mañana es Jueves Santo y comenzaremos la celebración de la Pascua en la Comunidad Cristiana Escolapia. Quiero que sean días de profunda renovación interior, movida por el intenso encuentro con Jesús que favorecen estas fiestas. 

El Jueves rezaré para que El Señor me ayude (y ayude a todos) a vivir más plenamente el amor fraterno que Él nos inspira con su vida: crecer en solidaridad con los más desfavorecidos, vivir con autenticidad y sincera apertura de corazón la convivencia comunitaria (especialmente con los hermanos que siento más alejados), abierto a perdonar y ser perdonado para eliminar la violencia contenida en las relaciones con mis hermanos más cercanos (expresada en silencios contenidos, un trato frío, distante y obligado).
También el Jueves pondré ante el Señor mis anhelos de renovación eclesial (a pequeña y a gran escala): por una Iglesia que funcione desde la comunión con el Jesús que se hace servidor de todos y que nos propone vivir de la misma manera. Por lo tanto, una Iglesia de iguales, que renuncie a clasificar a los creyentes entre clérigos y laicos y ponga en primer plano a la Comunidad; que, guiada por el Espíritu, permita que los creyentes descubran y vivan su vocación de servicio, sin limitaciones ni imposiciones. 

El Viernes, ante la cruz, rezaré para no permanecer lejos de los crucificados de este mundo. Para que la comodidad en la que vivo no me haga insensible a las pobrezas de los demás. Pero también pediré a Cristo crucificado que me ayude a vencer todo lo que, desde mi interior, me impide vivir con un amor más auténtico. Pediré para que no me dé miedo la cruz, para entender que las pequeñas muertes que ocurren en nuestra vida, si pasan con amor, no son estériles sino que fructifican.

Finalmente, en la Noche Santa, pediré para que la resurrección de Jesús se traduzca en mi vida, que no sea sólo un lema vivido con fervor en la Pascua y olvidado después. Me llega por correo electrónico un texto de Pagola y encuentro las siguientes frases que quiero hacer mías y que lo sean para todos los que vamos a celebrar juntos la Pascua:


Creer en el Resucitado es saber que todo lo que aquí ha quedado a medias, lo que no ha podido ser, lo que hemos estropeado con nuestra torpeza o nuestro pecado, todo alcanzará en Dios su plenitud. Nada se perderá de lo que hemos vivido con amor o a lo que hemos renunciado por amor.

Creer en el Resucitado es esperar que las horas alegres y las experiencias amargas, las “huellas” que hemos dejado en las personas y en las cosas, lo que hemos construido o hemos disfrutado generosamente, quedará transfigurado. Ya no conoceremos la amistad que termina, la fiesta que se acaba ni la despedida que entristece. Dios será todo en todos. 

¡FELIZ PASCUA!