domingo, 19 de abril de 2009

El sacramento de la camiseta

Ayer tuvimos la suerte de contar con la presencia de un nutrido grupo de chavales en la eucaristía de la Comunidad Cristiana Escolapia. Estaban celebrando un encuentro con el lema "Buscando a Jesús". Podéis imaginaros la gozada de celebración, acostumbrados a participar en ella habitualmente diez o doce personas. Al ser octava de Pascua se podía notar el efecto de la fiesta grande en cada uno de los que allí estábamos. Además, la capilla conservaba casi íntegra la decoración de la Vigilia Pascual.



Terminada la eucaristía y mientras íbamos hacia la puerta de salida escuchamos por la megafonía la llamada de un catequista para que los chavales volvieran a sus asientos: iba a comenzar el acto de entrega de las camisetas del encuentro. Ya había oído que este acto se ha convertido en habitual en encuentros y campamentos, pero nunca lo había vivido en directo. Así que afiné el oído para enterarme bien.



Es todo un ritual perfectamente definido y rubricado. Los catequistas llaman al orden para crear el ambiente adecuado al momento que van a vivir a continuación. Llaman por su nombre a cada chaval, lo revisten con la camiseta -que lleva serigrafiado el lema del encuentro- y le dan un abrazo. También los catequistas reciben el símbolo en cuestión y, por supuesto, el abrazo posterior.



Seguro que los chavales, cuando regresen a su lugar de origen y utilicen esa camiseta, rememorarán las experiencias vividas en este encuentro y brotarán en sus corazones sentimientos de amistad y cariño recordando a los compañeros con los que compartieron reflexiones, emociones y momentos intensos de comunicación. La camiseta establecerá entre ellos un vínculo de comunión inquebrantable y duradero aún en la distancia.



Inmediatamente recordé a Leonardo Boff y sus Sacramentos de la Vida y comenté con un hermano: esto es el Sacramento de la Camiseta. Y una pregunta: ¿alguna vez será la Eucaristía un sacramento de la vida para los chavales?

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